Las hipotecas para no residentes son préstamos hipotecarios dirigidos a ciudadanos extranjeros o españoles expatriados que desean comprar una propiedad en España sin ser residentes fiscales en el país. Estas hipotecas suelen tener condiciones específicas diferentes a las de los residentes y dependen de factores como la nacionalidad del comprador, sus ingresos en el extranjero y su historial financiero.
Los bancos españoles consideran que una persona es no residente si pasa menos de 183 días al año en España y no tributa en el país como residente fiscal.
Incluso si el comprador tiene pasaporte español, será tratado como no residente si su residencia fiscal está en otro país y sus ingresos provienen del extranjero.
Esto significa que aunque un ciudadano español quiera comprar una propiedad en España, si declara impuestos en otro país, los bancos le aplicarán las condiciones de hipoteca para no residentes.
Los bancos españoles financian generalmente hasta un 70% del valor de compra o tasación para no residentes. Esto significa que el comprador debe aportar un depósito del 30% de su propio capital. En algunos casos, según el perfil financiero del solicitante y la relación con el banco, este porcentaje podría variar ligeramente.
Además del depósito, es importante tener en cuenta que los gastos de compra (impuestos, notario, registro y gestiones legales) suelen representar entre un 10% y 15% adicionales sobre el precio de la propiedad.
Los impuestos y costos varían dependiendo de si se trata de una vivienda nueva o de segunda mano:
La tasación es un paso fundamental en la solicitud de una hipoteca, ya que determina el valor de mercado del inmueble. Los bancos exigen una tasación oficial realizada por una sociedad homologada para calcular el importe máximo de financiación.
El banco tomará como referencia el menor valor entre el precio de compra y el valor de tasación para determinar la cantidad a financiar.
El plazo máximo de las hipotecas para no residentes suele ser de hasta 25 años, aunque algunos bancos ofrecen un máximo de 30 años. No obstante, la edad del solicitante es un factor clave, ya que la hipoteca debe quedar saldada generalmente antes de los 70-75 años.
En cuanto al tipo de interés, los bancos ofrecen opciones de tipo fijo y variable:
Para aprobar una hipoteca para no residentes, los bancos evalúan los ingresos netos del solicitante, teniendo en cuenta sus ingresos declarados después de impuestos y deducciones. La regla general es que el pago mensual de la hipoteca no debe superar el 35% de los ingresos netos mensuales.
Además, los bancos consideran otros compromisos financieros del solicitante, como préstamos personales, hipotecas en su país de residencia o el alquiler de su vivienda habitual. Esto significa que, para obtener la hipoteca en España, el cliente debe demostrar que su capacidad de endeudamiento le permite asumir la nueva cuota sin exceder el límite establecido.
Por ejemplo, si una persona tiene ingresos netos de 6.000 euros mensuales y ya paga 1.000 euros en préstamos o alquiler, el máximo permitido para su cuota hipotecaria en España sería 1.100 euros al mes, manteniendo el límite del 35% de endeudamiento total.
Conseguir la mejor hipoteca para no residentes puede ser un proceso complejo, pero Mortgage in Spain Mortgage Broker facilita todo el procedimiento asegurando condiciones óptimas para cada cliente. Entre nuestras ventajas destacan:
Si está pensando en comprar una vivienda en España, contacte con nosotros hoy mismo para obtener asesoramiento personalizado y la mejor hipoteca para no residentes.